Último mail sobre Klickitat (la semana que viene tenemos el Zoom para hablar de la novela, abajo de todo van a encontrar más detalles sobre eso). En estas semanas hablé de agujeros negros, de escapar, de la información que se pierde al traspasar el horizonte de sucesos, de que dejar atrás nuestra historia es una forma de desaparecer, de que no poder ser observados es también una manera de dejar de existir. En una de las yapas les conté sobre palabras que son intraducibles. Sugerí que la naturaleza podía ser una forma de lenguaje. Hablé sobre Temple Grandin y cómo piensa en imágenes.
Hoy quiero hablar sobre algo que se menciona en el libro de Grandin, un experimento que posiblemente ya conozcan sobre la ceguera por falta de atención. Si no lo conocen les imploro que no sigan leyendo después del próximo párrafo y vean el video que voy a linkearles. Van a ver a un grupo de personas pasándose unas pelotas de basquet. Tienen que mirar detenidamente y contar cuántos pases hacen las que están vestidas de blanco. Solo el 50% de las personas logra prestar la suficiente atención.
Este es el video. Las instrucciones están en inglés pero son muy breves, es lo que les dije recién de contar los pases que hacen las personas de blanco (voy a dejar un poco de espacio para que no chusmeen lo que está escrito más abajo, vayan a ver el video antes).
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¿Y? ¿Cómo les fue? ¿Fueron de las personas que vieron al gorila o de las personas que no lo vieron? La mitad de las personas no ven al gorila que aparece caminando entre medio de la gente. No voy a entrar en detalle de qué es lo que sucede en nuestro cerebro, digamos que el mundo está lleno de estímulos y nuestra cabeza no puede procesar todo, especialmente cuando estamos ocupados en algo.
En realidad quería tomar esto como una punta para pensar distintas cosas sobre la literatura:
-Al contar una historia siempre vamos a dejar puntos ciegos que no podemos ver.
-Escribir es decidir entre contar los pases o mostrar al gorila.
-Incluso cuando leemos dejamos de ver todo lo que nos muestran.
-O quizás vemos pero sin ser conscientes de lo que nos ocultan (hola Peter Rock).
-Los propios personajes tienen su propia ceguera (hola padres de Audra y Vivian).
-Escribir “mal” es querer mostrarlo todo.
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Pensaba en el epígrafe de Klickitat de Laura Ingalls Wilder, “No caminaban de la mano, pero sentían que lo hacían”, y que un buen libro puede ocultarte cosas, dejarte por momentos en penumbras, pero sin que dejes de sentir nunca esa mano que te acompaña.
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El domingo pasado les conté que a partir de ahora haría un Zoom al mes para hablar del libro que leímos. El próximo domingo (31 de octubre) a las 17:00 haré el Zoom para que charlemos sobre Klickitat. La semana que viene recibirán el mail a la mañana, con los datos para ingresar. Si quieren pueden hacer clic acá y, si hice todo bien, debería abrirles el calendario de Google con todo listo para que agenden el evento (incluye el link al Zoom en la descripción del evento).
Les recuerdo algunas cuestiones técnicas:
-Durará una hora aproximadamente.
-A los 40 minutos va a cortarse, volveremos a entrar con el mismo link.
-No creo que lleguemos a ese número, pero podrán entrar hasta cien personas (las primeras cien que se conecten), es el límite que tiene Zoom.
-En lo posible dejen la cámara encendida así nos vemos las caras.
-No voy a grabarla, ni transmitirla en redes.
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Para terminar les comparto un fragmento de un texto que me mandó Susana Di Pietro sobre su lectura de Klickitat. Pueden leer el texto completo acá.